CATAPLASMAS DE BARRO O ARCILLA

Dios hizo al hombre del polvo de la tierra (Génesis 2:7), por lo que el barro o arcilla (mezcla del polvo de la tierra con agua) es nuestra materia constituyente. Por eso no es de extrañar que el barro nos cure por dentro y nos cure por fuera.

La geoterapia o salud por la tierra es un mecanismo curativo que consiste en la utilización de la tierra como elemento terapéutico. El empleo de este elemento como agente que colabora en la sanación de no pocas enfermedades es muy antiguo. La historia recoge testimonios en los que se explican como desde antaño, en culturas antiguas como la babilónica, la asiria, la china, la griega, la romana, la árabe y la precolombina, entre otras, ya se hacía amplio uso de este remedio natural. El barro o arcilla puede ser considerado como un laboratorio cargado de sol, agua y viento capaz de trasmitir al cuerpo debilitado esas salutíferas propiedades. La arcilla tiene propiedades relajantes, cicatrizantes, descongestionantes, refrescantes, desinflamantes, purificadoras y se considera un potente regenerador de las células. Por otra parte, ayuda a la circulación de la sangre y a vitalizar los tejidos y órganos enfermos. Tiene un gran poder desintoxicante, bloquea los cultivos de microbios, restablece las glándulas atrofiadas, rejuvenece la piel y todo el cuerpo y fortalece al organismo. Las cataplasmas de barro refrescan, descongestionan, desinflaman, desintoxican, purifican y vitalizan los tejidos afiebrados. Es el mejor calmante de todo dolor agudo y caliente… Adjunto video donde se explican todos los detalles de este bendecido procedimiento.

Cataplasmas de barro o arcilla por Nely Helena Acosta Carrillo

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