El cuerpo no se cura durante el día. Solamente lo hace durante la noche. En ese sentido funciona como un carro: hay que apagarlo para poder hacerle su reparación. Asimismo el cuerpo tiene que dormir o desconectarse para poder reparar sus daños. Pero no cualquier sueño repara. Tiene que ser el sueño profundo, confiado y apacible.
Las leyes de la salud
Estando sanos o enfermos, el agua pura es para nosotros una de las más exquisitas bendiciones del cielo. Su empleo conveniente favorece la salud. Es la bebida que Dios proveyó para apagar la sed de los animales y del hombre. Ingerida en cantidades suficientes, el agua suple las necesidades del organismo y ayuda a la naturaleza a resistir la enfermedad. El baño también fortalece las funciones de los intestinos, el estómago y el hígado, dando energía y nueva vida a cada uno de ellos. También promueve la digestión y en vez de debilitar el sistema, lo vigoriza.
Cuando alguna persona me pregunta qué es la salud la respuesta que suelo dar es la siguiente: salud es la paz en el cuerpo. Es el nivel de desarrollo más elevado posible de las capacidades físicas, mentales, y espirituales que puede alcanzar un individuo.
El ejercicio es una de las leyes de la salud porque fuimos concebidos para el movimiento. Para poder gozar de salud no solo hay que comer sano, sino también hay que mover los músculos y el esqueleto.