Muchos están preocupados por su escasa salud y andan en busca de algo que les devuelva la vitalidad. Y por supuesto que esa es una búsqueda licita. Para esas personas hay una buena noticia. Y la buena noticia es que existe un sistema de salud que nada en este mundo lo ha podido superar. Créalo usted o no, en este mundo existe un sistema de salud cuyos procedimientos garantizan casi el 100% de efectividad. Es un sistema que no se centra en poner parches o aliviar síntomas, sino que va a la raíz del problema. Es altamente efectivo y no tiene efectos secundarios. ¿Conoce usted ese sistema? ¿No? Pues no se preocupe. Yo estoy aquí para presentárselo. El sistema de salud más eficaz que jamás ha existido sobre la faz de la tierra es el de Dios. La Biblia relata en el Antiguo Testamento que cuando los israelitas cumplieron las condiciones, porque por supuesto que hay condiciones, “no hubo en sus tribus enfermo” (Salmos 105:37). Ni uno solo. Jesucristo confirmó ese sistema de salud en el Nuevo Testamento. Por eso después de haber sanado al paralítico de Betesda le dijo: “Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor” (Juan 5:14). Y a día de hoy, todas las normativas sanitarias divinas siguen estando en vigencia… Eso sí, este sistema de salud necesita de un tipo de gasolina especial. No con cualquier tipo de combustible puede funcionar. ¿Cómo se llama esa gasolina>: Se llama OBEDIENCIA. No puedes pretender desafiar la voluntad de Dios y ser saludable. La obediencia a las leyes de la salud es una clave inamovible para poder alcanzar el éxito en esta materia. Esa obediencia implica una reforma en la vida, una reforma pro-salud, es decir, a favor de la salud. Y esa reforma garantiza el 90% de efectividad, lo cual es un éxito inmenso. Y eso no lo digo yo, ha sido escrito desde hace muchísimo tiempo. Elena G. White, pionera en estilo de vida saludable del siglo XIX, hace más de 100 años escribió lo siguiente:
“Si los enfermos y los que sufren tan sólo obraran perseverantemente en la forma que saben que deberían hacerlo en lo que atañe a vivir de acuerdo con los principios de la reforma pro-salud, entonces en nueve de cada diez casos sanarían de sus padecimientos.” Mensajes Selectos, Tomo 2, 330
“No se nos recordará demasiado que la salud no depende del azar. Es el resultado de la obediencia a la ley.” Ministerio de Curación, 90
¿A qué ley?… Pues a las Leyes de la Salud, que son también las leyes de Dios… PIENSA EN ESO
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