Estar enfermos es común, pero no normal. Lo normal es estar sanos, no enfermos. Enfermarse debería ser algo puntal, no en todo tiempo.
“¿Por qué enfermamos frecuentemente? Por comer y beber mal, por no dormir lo suficiente, por no hacer ejercicios, por no respirar aire puro o tomar el sol cautelosamente, por ser intemperantes, por ejemplo, trabajando en exceso, por vestirse inadecuadamente, por dejar entrar por los cinco sentidos información incorrecta, por reprimir emociones, por renunciar a sueños, por asumir cargas que no nos corresponden, por vivir sin pasión y sin esperanza, por el sentido de culpa por errores cometidos en el pasado, por ser incapaces de perdonar a los que nos han hecho daño y guardar resentimientos, por el apego irracional. Dicho en otras palabras, enfermamos por vivir en desarmonía con las leyes naturales, por violarlas continuamente. La Medicina Higienista, que es la verdadera medicina científica, nos ayuda a armonizar con las diferentes áreas de nuestra vida: dieta, ejercicio, descanso, un entorno amable a nivel físico y emocional, estrés, espacio personal, creatividad, vida social y familiar, expresión de sentimientos, biorritmos, impulso y energía vital, hobbies, patrones mentales erróneos y otros factores de los cuales depende la salud directamente.” Extraído del libro ORIGEN Y CURACIÓN DE LA ENFERMEDAD de Nely Helena Acosta Carrillo
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