Antes de pensar qué debemos comer debemos pensar qué no debemos comer porque primero hay que quitar para después poner.
“La capacidad del cuerpo para repararse y sanarse a sí mismo es extraordinaria. La mayoría de las veces lo único que hay que hacer es limpiar internamente al organismo de toda la basura acumulada y darle las materias primas que le son necesarias, dejando de comer “alimentos” que perjudiquen su correcto funcionamiento. Si pones petróleo en un motor de gasolina diesel va a empezar a funcionar mal, si es que logras que arranque. Y no es que al carro le pase nada. Es que sencillamente le has puesto el combustible equivocado. Lo mismo pasa con el cuerpo humano. Aunque la salud es multifactorial y no depende solamente de la comida, la comida es fundamental para poder gozar de salud, por eso cuando se depura la dieta aumentan enormemente las posibilidades de que el cuerpo empiece a funcionar bien. Y si lamentablemente, por haber pasado todas las líneas rojas, es decir, por haber violado por demasiado tiempo las leyes de la salud no consigues una sanación completa, por lo menos, Dios mediante, obedeciendo dichas leyes naturales en gran medida tus padecimientos poco a poco se van a empezar a desvanecer hasta donde se puedan desvanecer. Se cuentan por millones los testimonios de personas que han podido sanarse utilizando las cosas más sencillas porque muchas veces las cosas más sencillas son la respuesta para los problemas más graves. No olvidemos que cuando de salud se trata primero hay que quitar para después poner.” Extraído del libro ORIGEN Y CURACIÓN DE LA ENFERMEDAD de Nely Helena Acosta Carrillo
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